Hace años tenía una compañera que bien pudo haber trabajado en The Fashion Police: Lo único que sabía era contar chismes y quejarse de todo. Lo peor de todo es que , por más que intentaba ignorarla, terminaba afectando mi rendimiento al final del día. Practicamente era imposible no ser distraído por sus constantes quejas y comentarios.
A menudo en el trabajo nos encontramos con personas que dificultan nuestra labor de tratar de dar una experiencia a nuestro cliente. Ahora no solo hay que lidiar con tratar de hacer bien nuestro trabajo, sino que también nos desgastamos en evitar problemas con esa persona.
Y si, tratamos de engañarnos de que no afecta nuestro trabajo, pero cuando nos damos cuenta, estamos cargados por algo que no sabemos qué es. Pero que al final nos quita la sonrisa que estaba preparada para nuestro cliente.
La verdad es que somos personas con sentimientos y estados de ánimo. Es vital estar en perfectas condiciones de forma integral para poner toda nuestra atención en la experiencia que queremos dar a nuestro usuario.
Y la mayoría de veces , estos empleados son pobremente manejados por sus jefes, no son retados a mejorar su comportamiento. Y esto lo que hace es contaminar al resto que quiere hacer bien su trabajo. Y por supuesto que afecta la experiencia de usuario , ya que de primera entrada, nuestro empleado es nuestro cliente.
¿Quieren saber cuál fue la solución?. No hubo solución. Generalmente esto se acaba cuando la persona se va o es cambiada de departamento. Todo esto por una mala gestión del recurso humano.
Si tenemos veneno en nuestro grupo de empleados, la culpa no es de ellos … es de usted como jefe que permite pequeñas dosis de veneno diarias.
Xavier Cabrera